«Bajar la guardia es el gran error», advierte la comisión médica de Haití

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Puerto Príncipe.- Haití logró que no se disparen los contagios de coronavirus tres meses después de la llegada de la pandemia al país, pero si se baja la guardia puede cometerse un «gran error», advierte el doctor Jean Hughes Henrys, miembro de la comisión médica que asesora al Gobierno en relación al COVID-19.

«Este es el gran error. Actualmente tenemos ejemplos de países que están experimentando una segunda ola. Esto significa que cada vez que bajamos la guardia demasiado pronto, existe el riesgo de que la enfermedad rebote. Ese es probablemente el mayor riesgo que corremos. La experiencia demuestra que no se puede descartar la posibilidad de una segunda ola», afirma Henrys en una entrevista a Efe.

NÚMEROS INCOMPLETOS

Desde mediados de marzo, el país caribeño ha registrado 5,324 contagios confirmados de coronavirus y 89 muertes por la enfermedad, según el último boletín oficial del Ministerio de Salud, que sitúan a Haití como un país poco afectado, en comparación a otros de la región.

El doctor, que nunca entra a valorar el modelo de hacer predicciones, reconoce que el sistema de salud haitiano, debido a sus debilidades, no logra registrar todos los casos de COVID-19.

Sin embargo, defiende que los números disponibles sirven para mostrar la tendencia de la enfermedad.

«Hoy en día, en Puerto Príncipe y en el Oeste, tenemos números que sugieren que vamos cuesta abajo. Eso significaría que ya hemos pasado la cima y estamos avanzando hacia algo más cercano al final», comenta.

A pesar de esa tendencia a la baja, el doctor Henrys dice que el país no debe empezar a «cantar victoria» y debe seguir vigilante; y subraya que la gente ha de entender que la única manera de evitar los casos mortales es prevenir la propagación del virus.

ESCASEZ DE CAMAS

Y mantenerse alerta puede ser clave para evitar presionar más el sistema hospitalario, que tiene grandes deficiencias, según reconoce el doctor Henrys.

A modo de ilustración, el responsable cita un estudio realizado en 2019 sobre la disponibilidad de camas para casos críticos, en el que se compara el caso de Francia, donde había 3 camas para casos críticos por cada 1.000 habitantes, a Haití, donde esa proporción era de 0,008 camas por cada 1.000 habitantes.

«La escasez de camas para casos críticos en Haití es enorme. La situación ciertamente ha mejorado recientemente», comenta.

LA RELAJACIÓN DE LA POBLACIÓN

A pesar de las alertas que efectúa la comisión médica, en las calles de Puerto Príncipe, en cuya zona metropolitana se concentra «el 80 %» de los contagios confirmados, se puede observar un relajamiento total del respeto a las medidas de seguridad.

La gente apenas lleva mascarillas y los contenedores de agua instalados por las autoridades en las calles para lavarse las manos han desaparecido en algunos lugares.

El Gobierno también va relajando medidas y planea reabrir el principal aeropuerto del país el 30 de junio.

De hecho, las primeras restricciones se levantaron el 20 de abril, un mes después de registrarse el primer caso, con la reapertura de las fábricas textiles.

LECCIONES DEL PASADO

El doctor explica que Haití «no ha aprendido de experiencias anteriores» y por ello, no estaba preparado para la pandemia de COVID-19.

«La retroalimentación, desafortunadamente, no es parte de nuestra cultura. Sí hemos tenido una experiencia (internacionalmente) reconocida con el cólera, pero lamentablemente no hemos aprendido de ella», lamenta Henrys.

El cólera llegó al país en 2010, infectó a 520,000 personas y provocó la muerte de al menos 7,000 en los años siguientes y solo fue totalmente controlado en 2019.

En relación al COVID-19, las autoridades esperaban que se registrase un número de víctimas incluso superior a las que causó el cólera, pero de momento, el virus no ha tenido el impacto que se esperaba, por causas que todavía intrigan a los responsables médicos.

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