Por: José Antonio Matos Peña

La república dominicana ha vivido una cuasi democracia, expresada “en certificaciones  electorales”, después del ajusticiamiento del tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina, el 30 de mayo 1961, este sábado, cumplió 59 años; las primeras elecciones, bastante democráticas,  se celebraron el 20 de diciembre 1962, elecciones ganadas por el profesor Juan Bosch, y juramentado el 27 de febrero del siguiente año; gobierno e institucionalidad duraron sólo 7 meses, dando paso a la revolución de abril 24 del año 1965, y la  inmediata intervención , 28-4-1965, por parte de las fuerzas de paz que disfrazaban al imperio Norte Americano.

Dado que no se logró el tan anhelado retorno a  la constitución del 1963  sin elecciones, las forzosas negociaciones de un pobre pueblo al que solo le quedaba como arma de combate su gran dignidad y alto patriotismo, fijaron para el 1 de junio 1966, las elecciones en las que el doctor Joaquín Balaguer, con un ejército con paño colorado  “enbayonetado” una presencia invasora, con puestos militares extranjeros diseminados en todo el territorio nacional.

Las siguientes elecciones, malogradas por la represión y persecución de los militares que acompañaron  a la patria y su pueblo, en la revuelta, fueron celebradas  malamente, el 16 de mayo 1970, con la abstención inducida,  del mayor partido de oposición, el Revolucionario Dominicano, fundado en el Cuba, el 21 de enero  1939 y llegado al país, el 5 de julio 1961, en las personas de Nicolás Silfa, Ángel Miolán y Ramón A. Castillo.

Para el 16 de mayo 1974, nubarrones de violencias, privaciones de libertades, innúmeras violaciones de derechos humanos, exilios, apresamientos políticos, invadiéndose así el ambiente electoral. Un PRD recién dividido, forzó al candidato favorito, don Antonio Guzmán Fernández a retirarse,  cumpliéndose así el deseo continuista del partido en el poder.

Las siguientes elecciones, se realizaron con relativa normalidad, sobre todo, con respecto al calendario (graves distorsiones y fraudes fueron promovidos desde el poder, lo cual no es el propósito de este análisis, por ahora), hasta llegar al tranque entre los dos candidatos fundamentales del momento, hablamos de la modificación constitucional del 1994 y la aparición del ingrediente constitucional que impuso el sistema de doble vuelta electoral.

Ahora, producto de la pandemia que representa el Coronavirus y su efecto, COVID-19, las elecciones, primero municipales, se movieron del 16 de febrero 2020, al 15 de marzo del mismo año, las cuales se materializaron y por lo cual, hubo de fijarse para el próximo 5 de julio 2020, las presidenciales y concomitantes las  congresuales, las cuales, dado el mandato constitucional de cese de autoridades actuales, el 16 de agosto 2020  obliga a su celebración; Más, no nos cabe la menor duda de que el triunfador lo será Luis Abinader y una cuota mayoritaria de congresistas, tal y como ocurrió en el próximo pasado evento electoral…

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