Las autoridades de Ucrania han confirmado este viernes que las fuerzas rusas se han hecho con el control de la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, horas después de un ataque con artillería que ha provocado un incendio en las instalaciones que ha sido posteriormente extinguido.

La Inspección Nacional de Regulación Nuclear de Ucrania ha señalado en un comunicado publicado en su página web que las instalaciones de Zaporiyia «han sido tomadas por las fuerzas militares de Rusia» y ha agregado que por ahora no hay informaciones sobre muertos y heridos.

Así, ha resaltado que «el personal sigue en sus puestos de trabajo, con personal operativo supervisando el estado de las unidades de generación y garantizando que operan en línea con los requisitos de procedimiento para unas operaciones seguras». «Se están llevando a cabo revisiones para identificar cualquier daño material en el lugar», ha manifestado.

En este sentido, el organismo ha apuntado que el reactor uno «está apagado», mientras que el dos y la tres «han sido desconectados de la red y se está llevando a cabo el proceso de enfriamiento de las instalaciones nucleares. «La unidad cuatro está operativa a 690 megavatios, las unidades cinco y seis están siendo enfriadas», ha apuntado, al tiempo que ha incidido en que «no se han registrado cambios en la situación de radiación».

La Inspección Nacional de Regulación Nuclear ha hecho hincapié en que el proceso de enfriamiento «está garantizado por el diseño de los sistemas de las unidades, en línea con los requisitos de procedimiento para operaciones seguras». «La pérdida de la posibilidad de enfriar el combustible nuclear llevaría a una liberación significativa de radiación al medio ambiente», ha detallado.

En esta línea, ha advertido de que «una situación así podría superar todos los accidentes previos en centrales nucleares, incluido el accidente de Chernóbil y el de Fukushima Daiichi». «Debe recordarse que, además de las seis unidades, hay una instalación de almacenamiento de combustible nuclear utilizado que, de sufrir daños por los ataques, liberaría radiación», ha zanjado.

El comunicado ha sido publicado poco después de que las Fuerzas Armadas ucranianas confirmaran que el incendio causado por el ataque ruso había sido extinguido. «No hay víctimas», ha indicado a través de un mensaje publicado en su cuenta en la red social Facebook.

AIEA EXPRESA «PROFUNDA PREOCUPACIÓN»

Por su parte, el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Rafael Grossi, ha mostrado su «profunda preocupación» por la situación en la central de Zaporiyia a través de un mensaje en su cuenta en Twitter.

«He hablado con el primer ministro de Ucrania, Denys Shmigal. La AIEA está supervisando y en contacto estrecho con el regulador y operador nuclear de Ucrania», ha dicho. «Pido a las partes que eviten acciones que puedan poner las centrales nucleares en peligro», ha remachado.

KIEV ACUSA A RUSIA DE «QUERER DESTRUIR EL MUNDO»

El ministro de Energía ucraniano, Herman Galushchenko, ha advertido de que «se está al borde de la mayor catástrofe provocada por el hombre en la historia de la humanidad» y ha agregado que «el agresor sigue dando golpes devastadores a Ucrania y no es detenido por los miles de víctimas».

«Hoy, quiere destruir el mundo. Con carros de combate y otra artillería pesada, ha disparado contra zonas cercanas a los reactores de la central de Zaporiyie, la más grande de Europa, entendiendo perfectamente las consecuencias catastróficas de estas acciones», ha denunciado a través de un comunicado publicado antes de la toma de las instalaciones.

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