Por: Delsiris Cuevas Montero
Muchos buenos y malos, altos, medianos y bajos dirigentes del oficialismo se han quedado «frenando en el aro». No les dicen ni comentan que ha pasado con su decreto. Solo saben que no llegó.
Como mal acostumbrados dominicanos que somos, nos tienen por costumbre desde el 15 o 16 de agosto de cada cuatro años, esperar una caterva de decretos, que aunque sabemos que no nos designarán en ningún lado, porque no somos dirigente ni nada por el estilo, siempre esperamos que designen a alguien que conocemos. Lamentablemente, este año nos dejaron en «yenye».
Los decretos fueron tan tímidos, como la timidez. En primer lugar, las designaciones, reubicaciones y confirmaciones llegaron muy temprano de lo que esperabamos. Pero, a partir del 15 de agosto empezó el juego, designando a Kelvin Cruz en deporte y terminaron los decretos con Nelson Arroyo en Seguros Reservas el 27 de agosto. No más decretos. La verdad es que el presidente no necesita a más nadie para seguir gobernando.
Los dirigentes de base, que son la base de todo partido para alcanzar el poder, seguirán haciendo el trabajo duro, cobrando poco y en muchos casos no cobrando como en toda empresa. El que más trabaja es el que menos gana.
También, seguirán siendo masoquista, aguantando todo lo que hagan, porque aman su partido. Se quedarán, pero nadie les hará caso, siempre tienen la esperanza de que los de arriba los mirarán en algún momento y recordarán que lluvia, sol y sereno ellos les convocaban las gentes para las reuniones y las caravanas.
«Trague en seco» y déjeme decirle compañero de la base, que se acabaron los decretos, el puño del presidente se congeló, la tinta se acabó y los puestos están llenos. Ocupados por los demás arriba.
Neiba está muy lejos, lo más probable es les manden de otros pueblos a ocupar lo pocos puestos que quedan, porque ya están negociados con los partidos aliados y el hijo, sobrino y amantes de los tutumpotes los necesitan.
Pero no se desmotive compañero compañera, que por ahí viene enero. Ahí si será. Lo suyo viene por ahí. Y si no, tenga fe, que vendrán otros mayos. Y otros decretos.
El autor es Sociólogo, reside en Neiba, provincia Bahoruco.