Santo Domingo.- El sueño es fundamental para el bienestar general y la salud del ser humano. Durante el descanso nocturno, el cuerpo lleva a cabo importantes funciones de reparación y regeneración, tanto a nivel físico como mental.
El psicólogo Luis Bergés explicó que la naturaleza «es sabia», pues el día tiene 24 horas, divididas de la siguiente manera: ocho horas para trabajar, ocho para descansar y ocho para dormir.
«De hecho, pasamos una tercera parte del día durmiendo, o al menos así debería ser. Cuando las personas comienzan a alterar esos patrones, se afecta la conducta, la memoria, la concentración, y otros procesos que pueden ser dañinos para la salud integral del individuo», señaló el especialista en el Programa El Día.
El experto en conducta humana puso como ejemplo que hay personas que pueden pasar días sin comer, pero no sin dormir.
«El sueño es un mecanismo de reparación general del ser humano».
Destacó que el sueño no solo es regeneración de energía mental, sino también física. «El sueño no es un capricho mental, como lo ven muchos, es la recuperación de todo el organismo».
Bergés dijo además, que un sueño adecuado ayuda a mejorar la memoria, el aprendizaje y la capacidad para resolver problemas. Además, un buen descanso fortalece el sistema inmunológico, regula el metabolismo y promueve el equilibrio emocional.
Recordó que el cerebro es el órgano central que se comunica con todos los demás órganos del cuerpo. «No se puede vivir sin dormir», afirmó.
¿Qué es el sueño?
Sobre los factores que afectan el sueño, Bergés explicó que muchas personas no pueden dejar de pensar y se llevan sus problemas a la cama.
«Pretender resolver los problemas en la cama provoca insomnio», advirtió.
Los trastornos del sueño son variados: algunas personas no logran conciliarlo, otras lo consiguen, pero lo pierden fácilmente; está la apnea del sueño, el síndrome de piernas inquietas, y los que se despiertan con frecuencia para orinar.
Además, quienes padecen depresión pueden experimentar dos extremos: o duermen demasiado o duermen muy poco.
En el caso de las personas con ansiedad, tienen dificultades para conciliar el sueño porque no logran detener sus pensamientos
El doctor Bergés que una respiración rápida empeora el descanso, mientras que una respiración lenta y profunda facilita la conciliación del sueño.
«La respiración es vital; quien domina el aire tiene control sobre la oxigenación, lo que genera un efecto calmante en el cerebro».
Las horas del sueño
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos duerman entre 7 y 9 horas por noche para garantizar un descanso reparador.
Sin embargo, Bergés aclaró que esto no significa que dormir seis o siete horas sea malo, ya que también debe considerar la calidad del sueño.
«Hay personas que duermen ocho horas, pero mal, ya sea porque se despiertan constantemente o porque no logran alcanzar el sueño profundo, que es el que realmente recupera la energía».
Las pesadillas
Las pesadillas, por su parte, tampoco son aliadas del buen descanso, ya que son una manifestación de la ansiedad.
«Las personas que tienen pesadillas suelen despertarse preocupadas, inquietas, con una sensación de amenaza que les afecta durante el día», concluyó.